Será verdad? Puede ser así? tantos cambios en tan poco tiempo, cosas nuevas que ahogan a las viejas.Una misma persona, puede no ser una misma?
Siempre lo nuevo es bueno? Si cambias algo de afuera, es que no te gusta lo de adentro, o trata de tener lo que quisiera que hubiera adentro?
Puede una persona feliz consigo misma odiarse al mismo tiempo sin que nadie lo sepa, mostrándose por fuera feliz con uan sonrisa mientras por adentro el gris predomina y todo marchita?
Podemos ser tan ciegos como para no saber diferenciar lo de afuera con lo de adentro, o simplemente somos ciegos para lo que queremos? Seremos tan ciegos que no vemos cuando algo malo pasa y claman por nuestra ayuda?
Desde que empezó el "ojo por ojo y diente por diente" el mundo quedó ciego, y vive en la oscuridad, y así seguirá hasta que alguien valiente abra los ojos y descubra que no es todo negro, los colores siguen ahó, también la vida. Tratará de decirle al rsto que sólo hay que abrir los ojos, que no estaban ciegos, sólo se olvidaron de mirar, pero cuando trata de hacerlo descucbre que tantos años de silencio, sin decir lo que creia o pensaba, sin oponerse a lo que le parecia injusto se quedó mudo. Cuando articula para hablar no sale sonido alguno, deseperado por poder advertir que no todo esta perdido, busca algo para llamar al atención del rsto, encuentra unas cacerolas y unos palos, los golpea y no escucha nada, lo hace una y otra vez, pero nada sucede, pensó que tal vez estaban rotas, que no funcionaban, salió en busca de algo más, pero extrañamente no recordaba cómo se sentía el ruido, no recordaba qué objeto lo emitía. De pronto, vió un anuncio de un hombre con un palo largo con agujeros, lo que logró leer era "flauta tocada por..." un nombre que no entendió, pero recordó que antes de quedar ciego el tocaba la faluta, entró al lugar, la tomó, se acercó a la gente y solpló, pero nada, no emitió ningún sonido, lo hizo devuelta, como con las cacerolas, una y otra vez, hasta que pensó que sin nadie que la use, tal vez ya no servía. Pero algo extyraño sucedió. Un perro se le acercó, lo reconoció de inmediato, su perro, Fito, recordó entonces que antes de quedarse ciego, lo solía llamar con una flauta, asi que tocó devuelta, y ningún sonido fue emitido, pero Fito reaccionó somo si hubiera funcionado y otros animales se acercaron luego de que sonara devuelta, fue entonces que descubriói que además de estar mudo y de haberse quedado ciego, se había vuelto sordos, al hacer oídos sordos a los problemas o a las cvosas que no les gustaba escuchar, se olvidaron de cómo se escuchaba.
Así el hombre caminó solo hasta que un día no escuchó la tormenta, ni vió las nubes en el cielo y no pudo decir su última frase, ya que la tormenta lo encerró, y todo volvió a la oscuridad, ya que no supo ver, ni escuchar, ni decir lo que debía.
Annie